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martes, 26 de agosto de 2014

LA CASA DE LA MATERNIDAD

La Casa Provincial de Maternidad y Expósitos de Barcelona es un complejo -modernista- hospitalario situado en el distrito de Les Corts de Barcelona reconvertido, a día de hoy, en diversos equipamientos sociales, institucionales y asistenciales.

El origen de la institución se encuentra en la antigua inclusa situada en la calle Ramelleres de Ciutat Vella, abierta en 1853. Al comienzo las cosas fueron difíciles, ya que el 80% de los recién nacidos morían y cuando sus instalaciones quedaron pequeñas y obsoletas, se buscó un emplazamiento más adecuado, con terrenos más amplios y mejores condiciones de salubridad, para ello se adquirió una finca denominada Can Cavaller, en el municipio de Les Corts,  que sería posteriormente incorporado a la ciudad condal en 1896.

En 1878 dió comienzo a la construcción de sus diferentes pabellones. En 1884 se trasladó a los niños y un año más tarde a las niñas. Los lactantes aún tuvieron que esperar, en la calle Ramelleres, hasta el año 1892.

El proyecto inicial de la estructura y de los pabellones -la mayoría modernistas- se encargó a Camil Oliveres i Cansaran, que distribuyó los edificios de manera independiente por el recinto siguiendo los cánones sanitarios más avanzados de la época y rodeados por amplios jardines. Después de su muerte, el proyecto lo continuaron otros arquitectos como  Josep Borí, Manel Baldrich, Joan Rubió i Josep Goday
Las diferentes fases de construcción de la Casa de la Maternidad se prolongaron a lo largo de casi setenta años.

1918 - Esterilizador de biberones.

1923 - Solarium.

1928 - Taller para madres solteras.

1928 - Sala de incubadoras.

A partir de 1914 la Casa de la Maternidad se convirtió en un referente de la beneficiencia infantil. Los profesores laicos puestos por la Diputación sustituyeron a las monjas en la educación de los niños y por primera vez les dieron las clases en catalán. Fue la primera institución de todo el Estado español en aplicar el sistema pedagógico de María Montessori.

La llegada de la dictadura franquista, como era de esperar, significó un retroceso para la institución. Las religiosas tomaron de nuevo el control del centro y en 1957 el golpista y dictador Francisco Franco inauguró los Hogares Mundet para reducir la población infantil de la Casa de la Maternidad, acortando la edad de estancia para trasladarlos al nuevo centro.

El cese de las actividades de la Casa de Maternidad comenzó por un cambio en la legislación. Hasta 1958, los padres biológicos podían reclamar a sus hijos, lo que desanimaba a los que querían adoptar, pero ese año la ley cambió y las parejas empezaron a hacerlo. Los abandonos a la manera tradicional dejaron de producirse y el Estado se encargó de proporcionar cobijo a los abandonados y huérfanos a través de los centros de acogida.
La Casa de Maternidad cerró sus puertas en los años 80 después de un siglo y medio de atención a madres y a niños marcados por la descriminación social.

2012

Hoy en día solo queda un edificio dedicado a su función original, la mayoría de pabellones han sido reconvertidos, y acogen diversas instituciones, como el Archivo de la Diputación de Barcelona, el Departamento de Sanidad y Seguridad Social de la Generalitat de Catalunya, un centro de asistencia primaria (CAP Les Corts) y un instituto (IES Les Corts), todas ellas rodeadas por frondosos y cuidados jardines. Durante un tiempo, la antigua Casa de la Maternidad, acogió también al Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Barcelona92. 

domingo, 24 de agosto de 2014

PALAU DE LA PREMSA -1929-

El antiguo Palacio de la Prensa de 1929 está situado en la Avenida Rius i Taulet y actualmente es la sede de la Guardia Urbana de Barcelona. 

1945

Ese pabellón destinado a la prensa acreditada para informar sobre la Exposición de 1929 fue proyectado tres años años antes -1926- por el arquitecto Pere Domènech i Roura que llegó a tener un papel destacado en el desarrollo de la Exposición como jefe de la sección de Obras, y fue el artífice del Estadio Olímpico y también coautor del Palacio Nacional

La casa o Palacio de la Prensa, construido entre 1927 y 1929, es de clara inspiración neomudéjar como lo demuestra la utilización del ladrillo visto, la retícula decorativa "sebka" o la cerámica policromada
Los dos pisos superiores y el tratamiento de la azotea recuerdan al estilo aplicado los pabellones del Hospital de Sant Pau que proyectó su padre, el prestigioso arquitecto modernista Lluís Domènech i Montaner
Hay que tener en cuenta que al producirse la muerte de su padre, en 1923, Pere Domènech i Roura se hizo cargo de la dirección de las obras del hospital lo que coincidió con el inicio de la construcción de los edificios más emblemáticos de la Exposición de 1929, de ahí esa aparente mezcla o influencia.

2013

Pere Domènech, titulado en la escuela de arquitectura de Barcelona en 1907 y Catedrático de este institución desde 1920, era un convencido partidario del novecentismo pero se vio comprometido al tener que concluir las obras que su padre había emprendido fiel al ideario modernista. Esta circunstancia explicaría la combinación, en el Palau de la Prensa, de conceptos tan dispares y contradictorios como el neomudéjar, el neorrománico y el neogótico

jueves, 21 de agosto de 2014

CASA DOMÈNECH Y ESTAPÀ

El arquitecto Josep Domènech i Estapà construyó su residencia entre 1908 y 1909, en la Dreta del Eixample, justo en el número 241 de la calle Valencia.

(A la izquierda, foto de 1910.)

Su antigua residencia tiene una fachada de obra vista con una curiosa distribución asimétrica, con una gran tribuna en uno solo de sus laterales. Esta asimetría se ve compensada en el otro lado por una línea de ventanas con decoración muy vistosa y llamativa. 

La fachada destaca por su acabado de ladrillo visto, muy poco habitual en los edificios residenciales del Eixample, y por su composición, más cercana al modernismo centroeuropeo que al catalán, movimiento del que el autor siempre se sintió  completamente al margen.

Este edificio construido en 1909, fue remontado -en 1932- con dos pisos por su hijo, Domènech Manzana, quien respetó y mantuvo el diseño original de su padre. 

2010

El estilo de Josep Domènech i Estapà se orientó  siempre hacia la estética premodernista y de su producción, cabe destacar el Palacio de Justicia diseñado junto con Enric Sagnier, el Observatorio Fabra del Tibidabo y el edificio de Catalana de Gas, todos ellos en Barcelona.

Es interesante comparar el edificio con el contiguo de la Rambla de Catalunya 76, también proyectado durante esos años por el mismo arquitecto, puesto que suponen, a pesar de los paralelismos existentes, dos soluciones diferentes para la fachada de un edificio de viviendas. (Foto superior).

miércoles, 20 de agosto de 2014

PALAU DE PEDRALBES

El Palacio de Pedralbes tiene su origen en las antiguas masías de Can Feliu, del siglo XVII, y Torre Baldiró, adquiridas por el padre, y la de Can Cuyàs de mayor extensión y relevancia. Esta última finca fue adquirida en 1862 por el futuro conde Eusebi Güell y juntas formaron la finca Güell de 30.000 m2 de extensión. 

(Foto de la izquierda de 1930, parte posterior del Palau.)

Eusebi Güell encargó la reforma de la torre Can Cuyàs al arquitecto Joan Martorell, que construyó un palacete de aire caribeño con una capilla neogótica y rodeado por unos magníficos jardines. 

Años más tarde, Güell encargó a Antoni Gaudí reformar la casa y construir un muro de cerca, los pabellones de la portería y rediseñar los jardines de la finca, en los que construyó dos fuentes y una pérgola. De la contribución gaudiniana  subsiste la Fuente de Hércules, restaurada en 1983, con un busto del héroe mitológico griego asentado sobre una pila con el escudo de Catalunya y un caño con forma de dragón chino. 


El palacio está formado por un cuerpo central de cuatro plantas, con una capilla en la parte posterior, y dos alas laterales de tres plantas que se abren en curva a la fachada principal. La fachada exterior es de estilo novecentista  con porches y aberturas de arco de medio punto con medallones intercalados y jarrones coronando la construcción. 


En 1918, Eusebi Güell donó la casa y parte de los jardines a la Corona, en agradecimiento por su nombramiento nobiliario como conde; entonces se acometió una nueva remodelación para convertirla en Palacio Real (1919-1924), esta última remodelación fue llevada a cabo por los arquitectos Eusebi Bona y Francesc Nebot.

1960

Los jardines fueron de nuevo rediseñados por Nicolau Rubió i Tudurí, a partir de un proyecto que integraba lo diseñado anteriormente por Gaudí, en un trazado geométrico decorativo, gran parte de los árboles ya existentes, con un estanque y diversos elementos decorativos como la fuente de Gaudí, diferentes bancos, tres fuentes luminosas obra de Carles Buïgas y diversas estatuas. También se colocaron en el muro de entrada cuatro figuras femeninas procedentes del descarte de la estatuaria pública colocada en 1929 en la Plaza Calalunya, obras de Josep Llimona, Enric Casanovas, Eusebi Arnau y Angel Tarrach.

Fachada principal

Uno de los laterales de la entrada principal.

Primera fuente a la entrada por la Diagonal.

En 1924, el Palacio de Pedralbes se convirtió oficialmente en Palacio Real y en patrimonio de la Corona. 
Al proclamarse la República, el palacio pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de Barcelona, que decidió instalar el Museo de Artes Decorativas, inaugurado en 1932. Durante la dictadura franquista volvió a ser residencia del jefe del estado y actualmente el palacio es propiedad de la Generalitat de Catalunya.

En la actualidad, la residencia de la familia Real en Barcelona es el Palacete Albéniz, ubicado en Montjuïc.

miércoles, 23 de julio de 2014

CASA PERE COMPANY


La Casa Pere Company es un edificio modernista situado en el distrito de la Dreta de l'Eixample barcelonés, concretamente en la esquina de las calles Buenos Aires y Casanova, construido por el arquitecto Josep Puig i Cadafalch en 1910.

Al año siguiente, esta vivienda familiar fue propuesta en para el premio del Concurso Anual de Edificios Artísticos otorgado por el Ajuntament de Barcelona, galardón que, finalmente, se concedió a la fábrica Casaramona del mismo arquitecto.
(Foto de la izquierda de 1911)

En 1910 María Company i Puig, esposa de Pere Company i Molins, compró el solar situado en el cruce de las calles Casanova y Buenos Aires y encarga la construcción de la casa chalet, al arquitecto Puig i Cadafalch.

Esta casa está considerada como la primera obra de la "época blanca" del arquitecto cuando comenzó a introducir influencias vienesas en algunos de sus proyectos. De esa época se mantiene en la fachada algún elemento decorativo, como el esgrafiado de la Virgen de la Asunción, de la parte derecha de la calle Buenos Aires, obra de Tomás Fontanals. De su interior modernista no queda casi absolutamente nada.

Como muchas de las casas que han conseguido llegar hasta nuestros días, esta tuvo que pasar por muchas manos para así evitar a 'N&N':

Desde 1911 hasta 1920 fue la residencia de la familia Companys. Ese año se la vendieron y pasó a ser la vivienda de la familia Rosal de "Manufacturas Rosal".

Durante la Guerra (in)Civil, fue expropiada y pasó a ser el centro del Laboratorio de la Técnica Policial de Orden Público.

1990

En 1940 la casa fue adquirida por un famoso ginecólogo, el doctor Melcior Colet i Torrebadella que la remodeló completamente para convertirla en una clínica; de su interior solo se conservó la chimenea original de Puig i Cadafalch. 

En 1982, el doctor Colet, por mediación de presidente del Comité Olímpico Internacional, Joan Antoni Samaranch, donó la casa a la Generalitat de Catalunya para instalar un museo dedicado al deporte. 

Desde 1986, la casa Pere Company, acoge el Museo y Centro de Estudios del Deporte Melcior Colet. 

En la actualidad.

viernes, 18 de julio de 2014

LA MASIA MODERNISTA FREIXA

La singular Masía Freixa es un edificio modernista que está situado en el parque de Sant Jordi, en pleno centro de la ciudad de Terrassa (Barcelona)

Este espectacular edificio fue construido en 1899 y estuvo pensado para servir como fábrica de las "Hilaturas Freixa y Sans". El arquitecto Lluís Muncunill i Parellada fue el encargado de la construcción de esta fábrica en un área industrial alejada del centro urbano.
El arquitecto proyectó una nave rectangular de una planta con tejado a doble vertiente, con estructura interior de hierro y hecha con ladrillo.

Entre los años 1905 y 1910 la fábrica, que no tengo claro llegase a funcionar, fue reformada por ese mismo arquitecto, Lluís Muncunill i Parellada, para convertirla en la residencia familiar del industrial textil y propietario de las hilaturas, Joaquín Freixa i Argemí.

En esa reforma, Lluís Muncunill creó en este edificio una de las joyas del modernismo egarense, con su estructura de arcos y bóvedas con los muros pintados de blanco, y de la que sobresale una alta torre que recuerda un minarete. Durante estas obras de reforma también se proyecta lo que sería el primer diseño de los jardines Sant Jordi fechados en 1910.

1945

Esta remodelación conserva la estructura de la originaria nave rectangular con muros y cubierta preexistente, pero añade un nuevo muro en el que se sitúan las oberturas para puertas y ventanas de formas parabólicas. 
Al lado, Moncunill, construye una galería con nueve arcos gaudianos coronados por bóvedas de ladrillo y al lado oeste, un gran arco que abre paso hacia lor jardines. Al norte, proyecta la entrada principal cubierta con un gran pórtico de las formas sinuosas. Al lado este, añade una rotonda con ventanales recordando una estructura de ábside y con un cuerpo superior destinado a servir como depósito de agua.

Sobre el cuerpo de entrada, en el centro de la nave, construye dos pisos. Uno, el primero, destinado a cocina y habitación de juegos infantiles y el otro a habitaciones destinadas al servicio doméstico.
Por último, Moncunilll cubre el tejado con bóvedas de ladrillo plano y, a su vez, las recubre de cemento con incrustaciones de fragmentos de vidrio, provocando un contraste de colores entre el muro blanco y las cubiertas oscuras, todo ello en una inspiración claramente gaudiniana.


La Masia Freixa es la gran maravilla de Terrassa que vale la pena ver al natural. ¡Venga, que llega el fin se semana y solo está a 30 km. de Barcelona!

Jardines Sant Jordi.

sábado, 5 de julio de 2014

EL SANATORIO ANTITUBERCULOSO

Hace más de 4 años, el 14 de junio de 2010, "El Periódico de Catalunya" publicaba:

"El barrio de Can Rectoret, en Vallvidrera, es uno de los lugares de Barcelona menos conocidos por los propios barceloneses. Aquí no llega un solo turista y los vecinos se saludan por el nombre, comparten el Bus de Barri como en ningún otro lugar y disfrutan del silencio y los escasos ecos que llegan de la gran urbe. 
Entre tanta paz, llama la atención la presencia de una casa modernista construida a principios del siglo XX por el arquitecto Joan Rubió Bellver, ayudante de Gaudí que recibió el encargo de dibujar un edificio que haría las veces de lavadero de un sanatorio antituberculoso que nunca llegó a funcionar. 
Más de 100 años después, esta finca que forma parte del patrimonio arquitectónico de la ciudad, agoniza a la espera de que los propietarios se decidan a rehabilitarla.
Esta casa de Rubió Bellver, autor de obras como la Casa Golferichs y la Escola Industrial, aparece en el listado de fincas protegidas en la web de Urbanismo del Ayuntamiento, donde se señala la necesidad de protegerla físicamente contra la degradación y reponer los elementos desaparecidos y documentados fotográficamente."


Estará protegida pero a saber por quién ya que a esta fecha, todo sigue igual y la casa va cayéndose por momentos, pero como es una propiedad privada... no nos queda otra que callar y verla caer.

Esta casa modernista está situada en plena naturaleza, en la calle Júpiter, 7 de Vallvidrera y su construcción finalizó en 1905.



A finales del siglo XIX, la falta de normas de higiene y con una Barcelona aún comprimida dentro de sus murallas hicieron que algunas enfermedades, como el tifus y la tuberculosis, fuesen las causante de un número de fallecimientos entre los barceloneses. Una de las medidas que se adoptaron fue el aislamiento de los enfermos en lugares apartados y al aire libre y puro, algo de lo que la ciudad de Barcelona carecía. Por eso, en sus alrededores, se proyectaron muchos sanatorios en las montañas, como los del Tibidabo y Vallvidrera.

El de Vallvidrera fue encargado al arquitecto Rubió i Bellver, uno de los más destacados de la generación final del modernismo. A pesar de que se levantaron algunos edificios de ese complejo sanitario, nunca llegó nunca a funcionar como tal y actualmente  sólo queda este pabellón que iba a ser destinado como lavadero para la desinfección.

El llamado lavadero tiene una superficie de 500 metros cuadrados distribuidos en dos niveles. Consta de una nave central circular, rodeada de ocho torres cilíndricas e iguales y una novena un poco más elevada que el resto. Las cubiertas son cónicas y están recubiertas de trencadís, una técnica de mosaico típica del modernismo. 



Una pena que este del Sanatorio antituberculoso de Vallvidrera haya caído en tan penoso abandono.

martes, 1 de julio de 2014

LA CASA SERRA

La casa Serra o "Can Serra", como la denominamos habitualmente, es un edificio modernista sito en la Rambla Cataluña, 126, esquina Diagonal, en pleno distrito de la Dreta del Eixample barcelonés.  
Es obra del arquitecto Josep Puig i Cadafalch, quíen comenzó su construcción en 1903.

La construcción destinada a casa unifamiliar, que finalmente nunca fue habitada, tiene aspecto de palacete renancentista y Puig i Cadafalch quiso con esta obra rendir homenaje a la antigua casa Gralla de la calle Puertaferrisa que fue derribada en 1856 y de la que reprodujo la puerta principal y la ornamentación de las ventanas. Los escultores Eusebi Arnau y Alfons Jujol fueron los encargados de realizar dichas reproducciones así como los medallones de los bustos de Cervantes, Fortuny y Wagner colocados sobre los ventanales. 
En el ángulo de la fachada construyó una torre de aire medieval y remató del edificio con un voladizo de cerámica vidriada. La fachada que daba a la Diagonal disponía un cuerpo bajo con terraza, a la que más adelante, otro arquitecto Josep Maria Pericás, anadió dos plantas. 

1908-1910

1925 - Aquí se puede observar como era la fachada que daba a la Diagonal y antes de construir las dos plantas en los años 40.

Esta parte de la Diagonal fue derribada en 1981 y sustituida por una edificación acristalada de tipo funcional destinada a oficinas -obra de Federico Correa y Alfons Milà- para alojar las dependencias de la Diputación de Barcelona. 
El contraste entre dos estilos tan diferentes fue motivo de gran polémica en su momento; aunque ahora, ya acostumbrados, forma parte de los iconos de la ciudad.


Como el propietario decidió no habitarla, desde el año 1908, el palacete se convirtió en un colegio de relegiosas, durante la Guerra Civil fue sede del Ministerio de Sanidad y tras la contienda volvió a ser un colegio hasta 1969, cuando se vendió a pasó a ser la Diputación de la ciudad.

El edificio fue declarado Bien Cultural de Interés Nacional por la Generalitat de Catalunya el 6 de marzo de 2001. 

sábado, 14 de junio de 2014

PALAU DE LA MÚSICA - 1905-1930

El Palau de la Música Catalana fue construido entre 1905 y 1908 por el arquitecto Lluís Domènech i Montaner, uno de los máximos representantes de la arquitectura modernista catalana, para que fuese la sede del Orfeó Català. 

El proyecto fue financiado con fondos por suscripción popular efectuada por un grupo de industriales y financieros catalanes amantes de la música; precisamente la misma asociación que, sesenta años antes, ya había financiado el teatro de ópera y ballet del Gran Teatro del Liceo.

(A la izquierda, comienzo de las obras en 1905)

El Palacio de la Música Catalana (o, en catalán, Palau de la Música Catalana) es un auditorio de música situado en la calle Sant Pere més Alt, en el barrio de la Ribera de Barcelona. Su construcción se llevó a cabo con soluciones en la estructura muy avanzadas para la época, con la aplicación de grandes muros de cristal y la integración de todas las artes: escultura, mosaicos, vitrales y forja. 

Este edificio es una perla arquitectónica del modernismo catalán y la única sala de conciertos modernista declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO -el 4 de diciembre de 1997-. 

En la actualidad, "El Palau", es un punto de encuentro ineludible de la vida cultural y social de Barcelona y Cataluña. Además constituye un patrimonio simbólico y sentimental de un pueblo que se identifica con su historia.

La Sala de Conciertos -una de las más singulares del mundo- es desde hace más de cien años el escenario privilegiado de la vida concertística, nacional e internacional, de esta ciudad. Ha acogido estrenos mundiales y es un referente de la música sinfónica y coral del país. Presidida por el órgano sobre el escenario y con un lucernario central, que representa el sol, la sala disfruta de luz natural. Esta sala es algo mística y se encuentra repleta de figuras como las musas que rodean el escenario, las valquirias de Wagner que surgen del techo, un busto de Anselm Clavé a un lado y uno de Beethoven al otro, y cientos de elementos de la naturaleza, como flores, palmeras, frutos, jarrones y vitrinas llenas de joyas.

1907

9 de febrero de 1908 - Concierto inaugural.

1920

1930 - Sala de conciertos.

Aparte de la gran Sala de Conciertos, el Palau dispone de dos salas más donde se desarrolla la vida concertística de la institución. Por un lado el Petit Palau, un auditorio moderno inaugurado el 18 de febrero de 2004, ideal para conciertos de cámara o pequeño formato, con unas condiciones acústicas excelentes y equipos audiovisuales de alta tecnología. 

1930 - Entrada a la sala de ensayo del Orfeó Catalá. 

El otro espacio es la pequeña joya del Palau de la Música, la Sala de Ensayo del Orfeó Català. Un espacio íntimo y acogedor donde tienen lugar conciertos de pequeño formato, conferencias, presentaciones, y donde ensayan los coros del Orfeó Català. Aquí se encuentra la primera piedra que se colocó en 1905 durante la construcción del Palau. Con un arco semicircular de butacas, que se corresponde con la media luna del escenario de la Sala de Conciertos que se encuentra justo encima, está caracterizada por unas grandes columnas, vitrales y decoración de la época.

El último espacio representativo del Palau es la emblemática Sala Lluís Millet, un gran salón −sala de descanso y encuentro− dedicado al maestro Millet, fundador del Orfeó Català. La sala, de una altura de dos pisos, la cierran grandes vitrales adornados con motivos florales, de un efecto extraordinario. Y más excepcional aún es el balcón que se ve a través de estos vitrales, con una doble columnata de coloración y ornamentación características. 

También es un escenario privilegiado el Foyer del Palau, que admite un buen aforo, tanto cuando hay audiciones como cuando se utiliza de restaurante-cafetería independiente. Los amplios arcos de ladrillos combinados con cerámica vidriada de color verde y flores que, junto con las cerámicas rosáceas y amarillas, confieren a este espacio una tonalidad singular.

Las visitas guiadas que ofrece el Palau de la Música Catalana son una cita ineludible cuando se visita Barcelona.

Nota - En una futura entrada mostraré el Palau de la Música actual y a todo color, así se podrá valorar la magnitud e importancia arquitectónica de "El Palau". Hasta puede que inserte alguna foto de los festivales de danza y de final de curso que los alumnos del "Lycée Français de Barcelone" celebrábamos  allí.