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domingo, 24 de agosto de 2014

PALAU DE LA PREMSA -1929-

El antiguo Palacio de la Prensa de 1929 está situado en la Avenida Rius i Taulet y actualmente es la sede de la Guardia Urbana de Barcelona. 

1945

Ese pabellón destinado a la prensa acreditada para informar sobre la Exposición de 1929 fue proyectado tres años años antes -1926- por el arquitecto Pere Domènech i Roura que llegó a tener un papel destacado en el desarrollo de la Exposición como jefe de la sección de Obras, y fue el artífice del Estadio Olímpico y también coautor del Palacio Nacional

La casa o Palacio de la Prensa, construido entre 1927 y 1929, es de clara inspiración neomudéjar como lo demuestra la utilización del ladrillo visto, la retícula decorativa "sebka" o la cerámica policromada
Los dos pisos superiores y el tratamiento de la azotea recuerdan al estilo aplicado los pabellones del Hospital de Sant Pau que proyectó su padre, el prestigioso arquitecto modernista Lluís Domènech i Montaner
Hay que tener en cuenta que al producirse la muerte de su padre, en 1923, Pere Domènech i Roura se hizo cargo de la dirección de las obras del hospital lo que coincidió con el inicio de la construcción de los edificios más emblemáticos de la Exposición de 1929, de ahí esa aparente mezcla o influencia.

2013

Pere Domènech, titulado en la escuela de arquitectura de Barcelona en 1907 y Catedrático de este institución desde 1920, era un convencido partidario del novecentismo pero se vio comprometido al tener que concluir las obras que su padre había emprendido fiel al ideario modernista. Esta circunstancia explicaría la combinación, en el Palau de la Prensa, de conceptos tan dispares y contradictorios como el neomudéjar, el neorrománico y el neogótico

viernes, 25 de julio de 2014

LA BARCELONA DE 1885

Tan solo 130 años nos separan de estas fotos que, ni en foto o al natural, debieron ver mis abuelos. Mi bisabuelo de Tarragona -si vino a Barcelona-, puede...; el resto, ni por asomo. 

Cuando mi padre, después de la guerra civil en la que fue reclutado como la denominada "quinta del biberón", vino a estudiar a "la capital", esa Barcelona había desaparecido completamente. Por aquel entonces, mi madre solo tenía unos 10 años y demasiados malos recuerdos de una infancia machacada por una maldita guerra. ¡Que horrorosos tiempos aquellos!... 

Pero 55 años antes de tan tristes recuerdos, Barcelona era así:

Montjuic y El Morrot

Baluard del Rei

Entrada a la muralla.

La Barceloneta

Y dentro de las murallas:

La Plaza Catalunya

La calle Comerç. ¿Con la salida de una especie de "diligencias" a la catalana?...

Pero 11 años antes y "ja fent negoci":

1874 - Banco de España en Las Ramblas.

viernes, 9 de mayo de 2014

100 AÑOS DE LA 'ESCOLA DE BOSC'

Ayer se cumplieron 100 años de la primera 'Escola de Bosc' sita en la Avenida Miramar nº 11  del distrito de Montjuic.

La antigua Escola de Bosc fue una institución pedagógica nacida por iniciativa del Ayuntamiento de esta ciudad e inspirada en los métodos pedagógicos republicanos.

La Mancomunidad de Catalunya y el Ayuntamiento, ​​habían empezado a considerar la cuestión escolar como tema primordial a partir de 1914. 
La presencia, en el Ayuntamiento, de un número importante de concejales republicanos preocupados por las cuestiones pedagógicas, hizo que el tema escolar se convirtiera en uno de los ejes de la política municipal. En 1908 ya se aprobó un presupuesto importante destinado al área de educación y en 1914 fue ampliado de forma más que considerable.

8 de Mayo de 1914 - Profesorado el día de la inauguración.

La Escola de Bosc de Montjuïc es la escuela municipal más antigua de la ciudad (realmente hay otra más antigua, la Escola Patronat Domènech, fundada en 1899, pero adquirida por el Ayuntamiento en 1916). La de Montjuïc, fue la primera de una serie de escuelas públicas denominadas Escoles de Bosc o escuelas al aire libre, que seguían la filosofía de la Waldschule de Charlottenburg de Alemania, las escuelas Plein Air de Francia o las Open Air Schools de Inglaterra, todas ellas con una educación basada en el contacto con la naturaleza.

1918

1930-1934

Por su privilegiada situación, rodeada de bosque, la enorme casa de verano -el palacete Laribal-, cedida por Josep Laribal al Ayuntamiento de Barcelona, fue la escogida a principios del siglo XX para albergar esta pionera escuela al aire libre.
El edificio fue reformado y adaptado por Antoni Falguera que había ganado un concurso con su proyecto en 1913. Fue inaugurada el 8 de mayo de 1914.
Los primeros alumnos de la Escola de Bosc fueron los hijos de los trabajadores de las fábricas de toda Barcelona y venían por prescripción médica ya que padecían problemas respiratorios.

1936

1942

Como he dicho, la mayoría de las clases se impartían al aire libre, y la expresión corporal y la música tenían un papel muy importante. La positiva experiencia de la Escola del Bosc animó al ayuntamiento a crear otros centros escolares municipales de características similares, uno en la playa de La Barceloneta (1921) y otro en el Guinardó (inaugurado el 5 de Noviembre de 1923), en el segundo parque municipal hecho en Barcelona.

También en el campo de los parvularios el Ayuntamiento optó por una línea avanzada. Después de enviar maestros becados a aprender el método Montessori, creó en Barcelona dos centros que la aplicaran: la Casa de los Niños, en la calle Aribau, 155, y la Escuela Montessori de la calle Ataulfo, 12.

Del palacete de la familia Laribal no queda rastro, solo una foto en blanco y negro que encabeza esta entrada y está fechada en el año 1900. 
El edificio más antiguo del actual complejo educativo data de 1919, y en la actualidad acoge los despachos del profesorado y las aulas de informática y música.

jueves, 1 de mayo de 2014

LOS ESTUDIOS DE MIRAMAR

Este palacete, enclavado en la montaña de Montjuic y dentro de los jardines Forestier, ve la luz gracias a la Exposición de 1929 destinado a ser un restaurante desde el que disfrutar de las bonitas vistas de Barcelona. 
El arquitecto encargado fue Ramón Raventós i Farrarons, quien también construyó las Torres Venecianas de la Plaza de España.

Pasada la exposición Universal, el simple restaurante con vistas se convirtió en un pequeño hotel -El Hotel Miramar- lejos del bullicio de la ciudad y así se mantuvo hasta que dio comienzo la Guerra Civil. Tras eso quedó cerrado y tapiado hasta que llegó la televisión. (Foto de arriba de finales de los años 30).

1960

1970

Televisión Española comenzó su actividad en junio de 1956 pero las dos horas de emisión diarias solo llegaban a Madrid y zonas colindantes. Debido a ello, las autoridades del régimen diseñaron un plan para crear centros territoriales y de producción, que transportaran la señal de TVE a nivel nacional, a través de una red de repetidores.
Los estudios centrales de Cataluña fueron situados en el antiguo Hotel Miramar, en la cima de la Montaña de Montjuic y el 14 de Julio de 1959 -en conmemoración de la maldita fecha- fueron inaugurados con un jovencito llamado José Luis Barcelona que abría la emisión con la conocida frase: Buenas tardes desde el "Balcón del Mediterráneo", que fue el primer programa de variedades hecho y retransmitido totalmente desde Barcelona.

Aunque la primera señal de televisión en Barcelona empezó a llegar a finales de 1958 y el 15 de Febrero de 1959 se pudo disfrutar de la primera retransmisión de un partido entre el Real Madrid y el FC Barcelona sentados en el salón de casa, se esperó a la "gran fecha" para inaugurarla oficialmente.

Años 60, platós y estudios de Miramar.

En 1963 se emitía desde Miramar el programa de mayor audiencia de la época, "Reina por un día"; un dramón en toda regla.

Desde el principio, Barcelona fue uno de los centros de producción más importantes de TVE. El estudio de Miramar fue durante muchos años el único enlace de TVE con la red Eurovisión de la Unión Europea de Radiodifusión y por él pasaban todos los programas y noticias internacionales. 
Barcelona se encargó de distribuir para toda España la retransmisión en 1960 de la boda de Fabiola y Balduino de Bélgica, uno de los acontecimientos que impulsó el consumo de televisión en el país, e hizo lo propio con acontecimientos mundiales como el Tour de Francia o el Festival de Eurovisión. La mayoría de la programación local en desconexión se emitía en castellano, y aunque el 27 de Octubre de 1964 se emitió el primer programa en catalán, Teatre en català,  los espacios en ese idioma durante la dictadura franquista fueron residuales hasta 1974, año en que se inició una producción en catalán continuada.

Años más tarde, en 1983, TVE se trasladó a los nuevos estudios de Sant Cugat y el palacete volvió a quedar cerrado, hasta que un empresario libanés compró, reformó, amplió el edificio y lo convirtió de nuevo en el "Hotel Miramar". Durante la primavera de aquel 2006, el palacete de los Jardines Forestier había vuelto a sus orígenes.

2010

viernes, 25 de abril de 2014

EL BARRAQUISMO BARCELONÉS

El barraquismo de Barcelona, fue un fenómeno, problema urbano o vergüenza que abarcó casi todo el siglo XX, creando una ciudad, vamos a llamarla 'informal' junto a la ciudad perfectamente planificada de los núcleos antiguos, el Eixample, los polígonos y otras formas de crecimiento periférico. 

Esta ciudad 'informal' se extendió por la montaña de Montjuïc y el frente marítimo, y ocupó tanto las colinas como algunos espacios intersticiales de la periferia del Eixample como la parte alta de la Diagonal, la avenida Sarriá, el término de la avenida de Roma o del Hospital de Sant Pau, además de El Carmelo o la Perona. (Foto de arriba, vista desde las barracas de Montjuic en los años 30).

El problema del barraquismo nace en los primeros 20 años del Siglo XX cuando la Barcelona industrial atrae a cantidades masivas de trabajadores. La escasa atención al problema de la vivienda, la falta de recursos públicos, la exigua industrialización del sector de la construcción y la congelación de rentas, que provocó un menor interés de los propietarios por alquilar las viviendas, agravaron la falta de vivienda popular.
Ello provocó un aumento de los realquilados y el crecimiento de los barrios de barracas, que se triplicaron entre 1914 y 1922, y pasaron de unas 1.200 a 3.600.

1926 - Barracas en la Av. de Roma frente a la cárcel Modelo.

1928 - Barraca en Montjuic.

1940 - Montjuic. Suministro de agua.

Las autoridades municipales sólo actuaban cuando había que erradicar ciertos núcleos, como ocurrió con las barracas que rodeaban el recinto de la Exposición Internacional de 1929; pero el problema era estructural, y el barraquismo se reproducía de inmediato en otras zonas de la ciudad. 
Cuando la Exposición universal abrió sus puertas, ya había cerca de 6.000 barracas en Barcelona, pese a que habían sacado adelante el proyecto de las 'Casas Baratas', una especie de chavolismo vertical, para erradicar las edificaciones ilegales que se hallaban dentro del recinto ferial.
Lo mismo sucedió con la celebración del Congreso Eucarístico de 1952, cuando se eliminaron las barracas de la Diagonal y prácticamente en un mes se construyó Can Clos en Montjuïc, para que esas construcciones no afeasen la visión de la idílica España de  Franco.

En esos años de posguerra y de la nueva España de Franco, los núcleos barraquistas fueron a peor. La miseria y la represión expulsaron del mundo rural a miles de personas que buscaron la supervivencia en Barcelona. El rápido aumento de población supuso el auge de las tradicionales formas de infravivienda, crecieron los núcleos de barracas ya existentes y aparecieron otros nuevos, como los de El Carmel y La Perona. Un paisaje urbano que las autoridades del régimen intentaban ocultar, pero a pesar de la represión política se empezaron a escuchar voces críticas desde algunos colectivos profesionales y sectores de la Iglesia católica. (A la derecha foto de El Carmel en 1960).

En la Semana del Suburbio, organizada por la Iglesia en 1957, se calculó que en Barcelona había 10.352 barracas. 
A principios de la década de los sesenta ya eran cerca de 20.000.

1960 - Barraquismo en Montjuic ya ocupa casi toda la montaña.

1970 - Las barracas del Somorrostro van desapareciendo.

1974 - Barracas en la calle Castillejos, cercana al Hospital de Sant Pau que aparece arriba a la derecha.

En la segunda mitad de los años 70, al final de la etapa de construcción de los grandes polígonos de viviendas, el barraquismo se redujo a 1.460 barracas, según el censo del Patronato Municipal de la Vivienda en 1974. 
La mayoría de esas barracas estaban enclavadas en El Carmel, un barrio con  unos habitantes que no estaban dispuestos a ser trasladados, y en el Camp de la Bota.

El último gran realojamiento, efectuado en el barrio de La Mina, se produjo pasada la mitad de los setenta. En este nuevo polígono, construido por el Patronato de la Vivienda dentro del término de Sant Adrià, se reasentó a buena parte de los habitantes de El Camp de la Bota y de otros núcleos barraquistas como el de Sant Pau. Fue una concentración forzada de personas de procedencia diversa que compartían una gran precariedad y dependencia de ayudas sociales que junto con la crisis económica de aquellos años los arrojaba a un paro masivo.

En diciembre de 1990 Pasqual Maragall, entonces alcalde de Barcelona, dirigió  la demolición de la que constaba oficialmente como última barraca de la ciudad, precisamente situada en El Carmel. Atrás quedó más de un siglo de barriadas insalubres, desatendidas, aglutinadoras de construcciones destartaladas y efímeras, además de ilegales, a merced del viento o del mar.

Su total erradicación durante los años anteriores a la Barcelona olímpica no ha dejado rastro de ellas en el territorio -tan solo una placa en el Somorrostro-; pero su historia, que pervive en la memoria de muchos de los antiguos barraquistas, sigue estando llena de luces y sombras, sobre todo de sombras. 
Sombras de una, ahora, gran y moderna ciudad que muchos quieren olvidar pero que también forma parte de nuestra historia.

lunes, 31 de marzo de 2014

EL ANTIGUO FUNICULAR DE MONTJUIC

El actual funicular de Montjuic de la ciudad de Barcelona conecta el centro de la ciudad con la montaña del mismo nombre y las instalaciones deportivas y recreativas situadas en su cima. 

El originario fue inaugurado el 24 de Octubre de 1928 con motivo de la Exposición Universal de Barcelona, y disponía de un segundo tramo entre el final del primero y el Castillo. Con la construcción del teléférico -en 1931- entró en decadencia y finalmente se suprimió. 

El año 1992, con la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona, fue objeto de una renovación, pero solo del tramo inferior. 

En el 2005, de nuevo se hicieron trabajos de renovación en la instalación, pero el actual funicular de Montjuic no tiene absolutamente nada que ver con el original que muestran las fotografía, que empezó a construirse en 1927 y quedó abandonado a principio de la década de los 40.

1927 - En construcción.

1928-1930

miércoles, 18 de diciembre de 2013

BOMBARDEOS Y REFUGIOS 1936-1939

Durante la nunca juzgada ni ilegitimada Guerra Civil Española, Barcelona llegó a contar con 1.400 refugios, de los cuales aún perduran unos cuantos  como recuerdo del fascismo que sufrió Europa en aquellos años y que en España nos duró 4 largas décadas.
Algunos de esos refugios aún se pueden visitar.
 
Los bombardeos que los ejércitos alemanes e italianos efectuaron, por primera vez en la historia, sobre la población de una ciudad, -que fue tomada como objetivo militar- obligaron a los ciudadanos y autoridades del momento a movilizarse para resguardarse de un peligro que amenazaba sus vidas.
El sonido de las sirenas y las radios anunciaban la llegada del terror fascista a través del cielo de Barcelona y para evitar más muertes masivas se crearon los refugios antiaéreos, que cuando estalló la Guerra Mundial fueron copiados por los británicos para proteger a la población de Londres de los ataques nazis.

1936
 
1937

1938
 
Los constantes ataques aéreos que sufría la Ciudad Condal fueron el detonante para que la Generalitat de Catalunya, a través de la Junta de Defensa Pasiva de la Generalitat encargara a Ramón Perera, un joven ingeniero, el diseño de un sistema de refugios en el subsuelo que permitiese a la población protegerse de los bombardeos.
 
La inventiva de Perera permitió que se construyeran búnkeres a unos cuantos metros bajo tierra a los que se podía acceder a través de la escalera desde un bloque de pisos o desde la misma calle. Además, podían resistir la fuerza destructiva de las bombas y contaban con entradas en zigzag para protegerse de la onda expansiva de la metralla. Resultaron muy efectivos, pues los historiadores constatan que no se conocen víctimas mortales dentro de estas construcciones.
 
Son unos cuantos los refugios antiaéreos que todavía perduran en excelente estado de conservación y pueden ser visitados por el público. Como, por ejemplo, el refugio 307 del Poble Sec, situado en el pie de la montaña de Montjuic.
Este fue construido por los vecinos del barrio, quienes excavaron casi medio millar de metros de túnel asesorados por arquitectos. El refugio se iluminaba con luces de petróleo y tenía una capacidad para 2.000 personas que se sentaban en bancos de madera.
 
También merece la pena destacar el que se cobijaba bajo el suelo de la conocida Plaza del Diamante, reabierto al público en 2006. Tenía capacidad para más de 200 personas y disponía de más de 200 metros de túneles estrechos. En él se conservan los bancos de piedra, los sanitarios e incluso las marcas de humo de las velas que los vecinos portaban para alumbrase.
Asimismo, sobresale, en el barrio de Gracia, otro refugio, el de la Plaza de la Revolución; las paredes antes revestidas de yeso conservan aún los estantes para la colocación de medicamentos e instrumental médico, este búnker ocupaba antaño todo el subterráneo de la plaza. Ahora solo se puede visitar una pequeña parte formada por una galería y dos salas de enfermería.
 
 
En un excelente estado de conservación sobrevive el refugio del Palacio de les Heures. Incluso mantiene intacta la instalación eléctrica. Es uno de los más históricos porque aseguraba al presidente de la Generalitat del momento, Lluís Companys, durante los bombardeos de Barcelona. La consistencia del búnker incluye también un pozo de ventilación.
 
Las condiciones de supervivencia en estos refugios de la época dela Guerra Civil eran paupérrimas: personas heridas, olor y sensación a humedad, un continuo y molesto ruido de las gotas de agua, pero totalmente aislados y protegidos de la barbarie de los aviones alemanes  e italianos aliados del golpista y asesino Francisco Franco. En el interior de los refugios todavía perviven cisternas de agua, cocinas o pequeñas farmacias donde se curaban a los heridos.
 
Si alguien está interesado en visitarlos debe dirigirse al Museu d’Història de Barcelona (MUHBA), institución que los gestiona y realiza las visitas guiadas.