EL BAR CANALETAS

El mítico, durante muchos años, Bar Canaletas estaba situado en la parte alta de Las Ramblas, cercano a la calle Pelayo y la Plaza Cataluña.

En 1901, Esteve Sala i Cañadell abrió el primer quiosco de madera en Las Ramblas, justo al lado de la Fuente de Canaletas de la que tomó el nombre. Cinco años más tarde abrió el 'Bar Canaletas'.

En este bar, que pronto adquirió gran popularidad entre los barcelones, se servían cafés, tapas, bocadillos de rico embutido y pasteles. A los pocos años se convirtió también en restaurante.

El 1928, debido a la gran afluencia de público, se amplió ocupando la antigua tienda de fotografía de al lado. Esa ampliación llevó consigo la aparación de "la piscina", la barra central en forma de óvalo, que tuvo gran éxito entre sus asiduos, y un piso superior desde el que se podían disfrutar de las vistas de la siempre bulliciosa y concurrida Ramblas.

En 1940, recién acabada la Guerra Civil, el Bar Canaletas abrió un restaurante rápido que junto con el vecino, y ahora reabierto, Bar Nuria, copaban la amplia clientela de la zona.

1906

1922

1930

1935

1942

1965 - "La piscina"

En 1979 cambió se propietario y fue sometido a la correspondiente modernización pero conservando algunos elementos del antiguo local, principalmente los espejos, las balconadas de madera del piso superior y "la piscina".

A finales de 1982, la cadena de comida rápida "Burger King" se quedó con el local, lo americanizó y dió al traste con parte de la historia de esta ciudad.  

Este no es el único caso, ya que los "Burger King", "McDonalds", "Zaras", "Appels", "Adidas" y "Pans&Company", etc. han destrozado muchos establecimientos emblemáticos e históricos de esta ciudad. 
Modernización, lo llaman...

Historia paralela:

El también mítico Miguel Boadas Parera -Boadas-, un cubano hijo de un matrimonio de Lloret de Mar que emigró a Cuba y que de regreso a Barcelona empezó a trabajar en diferentes locales de la ciudad como el Bar Moka, el Núria, la Maison Dorée, se consagró como barman en el Bar Canaletas.
Allí le diseñaron y construyeron una barra especial para él y sus ayudantes, una especie de pequeño quiosco en La Rambla, justo al lado del ya existente y famoso "Quiosco Canaletas" del mismo propietario. 

Debido al gran éxito que cosechó y con el apoyo de sus clientes, a lo que se sumó que en Barcelona no existía ningún local en el que se hicieran exclusicamente cócteles, en 1933 alquiló el local donde se encuentra ahora el "Boadas Cocktail Bar", intentando crear un concepto speakeasy –lugares clandestinos para beber alcohol- de la ley seca y locales clandestinos.

La coctelería Boadas ha sido la escuela de muchos barmans que luego han ido abandonando el nido para abrir sus propia coctelerías o ser parte de otras y en esa escuela participó, en primera instancia, el tristemente desaparecido Bar Canaletas.