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lunes, 4 de noviembre de 2013

TRISTE RECUERDO NAZI

El mismo día que Hitler y Franco se entrevistaban en Hendaya, 23 de octubre de 1940, el Reichführer Heinrich Himmler llegó a Barcelona.
 
Tras ser recibido 'gloriosamente' y con todos los honores en el aeropuerto de El Prat por lindas chicas de la "Sección Femenina de Falange" y jovencitos hitlerianos, de montar su numerito fascista en el Pueblo Español, violar con su presencia el antes Parlamento catalán y darse una vuelta por la Universidad,  Himmler almorzó en el Restaurante "7 Puertas".
Tras el almuerzo, se fue a la abadía de Montserrat acompañado por un séquito de rubios alemanes de las SS y por algunas autoridades, tan fascistas como él, de la ciudad.
 
¿A qué fue a Montserrat?... ¿Qué interés había suscitado la abadía de Montserrat en alguien que se declaraba anticristiano y que pasaba por ser un enconado perseguidor de la Iglesia Católica?...
 
Pues siete décadas después hemos sabido que Himmler fue a Montserrat en busca de un infalible talismán que le hiciera ganar la guerra y que le otorgara poderes sobrenaturales. El nombre de ese talismán lo pronunció sin balbuceos al atravesar la biblioteca del cenobio: el Santo Grial.
Por supuesto, Heinrich Himmler, aprendiz de brujo, gurú de Hitler, fundador de una nueva religión con derivaciones esotéricas, nada pudo llevarse en su visita. La abadía de Montserrat no era depositaria del Santo Grial, ni de documento alguno que sirviera para dar con él. De modo que, como Hitler, aquel aciago 23 de octubre de 1940, Himmler regresó a Alemania como había venido.
 
¿Estaba zumbado o no, aquel tarado y asesino de masas?... ¿Y la parejita de Hendaya, qué?...
 
El Parlament de Catalunya, aunque entonces hubiese dejado de serlo, manchado e insultado con las banderas nazis.
Himmler y su séquito nazi entrado en la Abadía de Montserrat
 
Nota:
La etiqueta 'visitas especiales' no significa que tenga la visita como positiva y de la que sentirme orgullosa por mi ciudad; en este caso, y especialmente, es todo lo contrario.
Lo he pensado pero abrir una etiqueta como 'inmundicias' me parecía poco elegante.

3 comentarios:

Irónico dijo...

Unas fotos vergonzosas.
La verdad es que la campaña franquista para borrar cualquier indicio de la colaboración con los nazis fue tremenda. Y con algunos consiguieron crear el mito de la neutralidad... ¡Ja! Ya se ve en estas fotos: Barcelona llena de esvásticas. Claro, como estaban negociando...
No lo olvidemos, fue Hitler el que no quiso que Franco entrara en guerra a su lado tras alucinar con las peticiones del Generalísimo!!!
Franco pidió al Führer el Rosellón y el Marruecos francés, nada menos. Puestos a pedir... y lógicamente el genocida alemán envió al genocida español a tomar polsaco.
Además, si España era neutral ¿qué pintaba la División Azul?
Es increíble ver como nos han tratado desde siempre como idiotas.

Por cierto, no se si es verdad pero se cuenta que la noche que pernoctó en el Ritz le robaron la cartera que había dejado en la habitación. No te digo, se fue sin el Grial y la cartera, pero Franco se quedó sin el Rosellón y sin el Marruecos francés.

Republicano dijo...

Tenemos que puntualizar un poco el asunto porque lo de entrar en guerra, Franco no lo quería ni en pintura. Acababa de salir de la Guerra Civil y tenía demasiados cabos sueltos que amarrar. Además, digamos de forma suave, que España (Franco) tenía una soga al cuello manejada por Winston Churchill para que el país no entrara en guerra, digamos claramente que los suministros de petróleo y trigo que eran enviados por norteamericanos y argentinos seguían las instrucciones de Londres.
Londres ahogaba la economía española lo suficiente como para que estuviese falta de recursos como para embarcarse en la guerra pero no tanto como para que el país estuviese desesperado.
En este orden de cosas, la situación que se creó favorecía a Winston Churchill que no quería que España entrase en guerra, a Franco temía que alguien le apuñalase por la espalda y le derrocase. Hitler también sabía que, en el punto en el que estaban las cosas, la ayuda a Franco para que entrase en la guerra podía ser más perjudicial para Alemania que beneficiosa y ante la salida de pata de banco en forma de condiciones exageradas de Franco... Al final los compromisos alcanzados en Hendaya sólo se cristalizaron en el envió de la División Azul al frente oriental. Y sí es cierto que Franco pidió el Marruecos francés, es decir, algo así como Marruecos, Mauritania y media Argelia y Hitler lo envió a freír monas. Lo del Rosellón no lo había oído nunca. ¿Para qué le interesaba el Rosellón?

Buen blog. Te felicito Dovel, es muy agradable de ver.

Enric dijo...

En la meva modesta opinió, fonamentada en la lectura d'algunes obres sobre el tema, Franco estava desitjós d'entrar en el conflicte perquè estava convençut, com gairebé tots, de la victòria ràpida del Reich.
No obstant, Hitler, no va veure més que inconvenients en l'entrada a la guerra d'un aliat tan feble. Ja l'entrada dels italians havian estat un fracás bastant costós per als alemanys i Espanya estava encara en pitjor situació. De totes maneres si Hitler hagués garantit a Franco alguna de les seves peticions, sobretot les de l'ocupació del nord d'Àfrica en poder de França, Espanya hauria entrat en la guerra immediatament. JA N'HI HA PROU DE DIR XIMPLERIES DE NEUTRALITATS FICTICIES, si eran tots de la mateixa corda!