La Esquella de la Torratxa, un semanario satírico catalán que nació en el año 1872, tenía una línea editorial catalanista y republicana, línea que mantuvo hasta el fin de sus días en el año 1939, cuando una vez ganada la guerra por el fascismo fue clausurada gracias a la beligerancia que mostró siempre con el llamado Frente Nacional.
Su portada del 25 de Abril de 1931 aludía a la añoranza que el rey Alfonso XIII debía de sentir desde su exilio de Paris con los millones de dólares que se había llevado en su huida por el puerto de Cartagena.
Las elecciones del 12 de abril de 1931, sorprendentemente, fueron ganadas por Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), una formación que se había creado el 19 de marzo de aquel año. De ese modo, ERC ocupaba el lugar político que había ocupado la Lliga Regionalista, la gran derrotada junto con Acció Catalana, antes de la dictadura de Primo de Rivera.
La victoria de las formaciones políticas de izquierdas tanto catalanas como españolas comportó que en muchas ciudades y poblaciones se proclamara la República.
En Barcelona, a la una y media del mediodía del 14 de abril, el vencedor de los comicios de la ciudad, Lluís Companys, proclamó la República desde el balcón del Ayuntamiento con el despliegue de la bandera tricolor incluido. Una situación que empujó al líder de la formación nacionalista Francesc Macià, para no perder poder político, a proclamar el Estado Catalán integrado en la Federación de Repúblicas Ibéricas.
Por la noche se proclamó la República en Madrid, obligando al rey Alfonso XIII a exiliarse.
El hecho de que se hubiera proclamado la República Catalana inquietó a ciertos sectores republicanos españoles. Eso comportó que el 17 de abril los ministros del gobierno provisional de la República Marcel·lí Domingo, Nicolau d’Olwer y Fernando de los Ríos se reunieran con Macià para que éste renunciara a la República Catalana a cambio, entre otras cosas, del restablecimiento de la Generalitat de Catalunya, petición que acabó cumpliéndose.
La victoria de las formaciones políticas de izquierdas tanto catalanas como españolas comportó que en muchas ciudades y poblaciones se proclamara la República.
En Barcelona, a la una y media del mediodía del 14 de abril, el vencedor de los comicios de la ciudad, Lluís Companys, proclamó la República desde el balcón del Ayuntamiento con el despliegue de la bandera tricolor incluido. Una situación que empujó al líder de la formación nacionalista Francesc Macià, para no perder poder político, a proclamar el Estado Catalán integrado en la Federación de Repúblicas Ibéricas.
Por la noche se proclamó la República en Madrid, obligando al rey Alfonso XIII a exiliarse.
El hecho de que se hubiera proclamado la República Catalana inquietó a ciertos sectores republicanos españoles. Eso comportó que el 17 de abril los ministros del gobierno provisional de la República Marcel·lí Domingo, Nicolau d’Olwer y Fernando de los Ríos se reunieran con Macià para que éste renunciara a la República Catalana a cambio, entre otras cosas, del restablecimiento de la Generalitat de Catalunya, petición que acabó cumpliéndose.
Nació la II República, vino una guerra civil, ganó el fascismo, vivimos 40 años de dictadura y, ahora 83 años después, no se como definir lo que estamos viviendo. Desde luego, democracia a la europea no es.
¿Triste o feliz aniversario lleno o vacío de añoranza?
Proclamación de la II República desde el balcón del Ayuntamiento.
1 comentario:
Enyorança de les llibertats per les quals es va lluitar llavors i que el "caudillo por la gracia de Dios y de las armas" es va carregar i que ens ha portat a la gran merda d'avui.
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