Desgraciadamente dos grandes obras del arquitecto modernista Josep Puig i Cadafalch no han llegado hasta nuestros días: La Casa Trinxet y la Casa Llorach, ambas construidas a principios del Siglo XX.
La CASA LLORACH fue construida en 1903-1904 y estaba situada en la calle Muntaner nº 263, en el distrito de San Gervasi, un poco más arriba de la actual Travesera de Gracia.
En aquellos años de principio de siglo, la calle Muntaner era una zona de torres y mansiones rodeadas de jardines y pertenecientes a la más alta burguesía catalana. La construcción de esta casa fue encargada por Concepció Dolsa, víuda de Llorach. Era de inspiración alpina con sus tejados en forma de pendiente al estilo de los chalets suizos.
Tras el fallecimiento de la viuda de Llorach, la casa pasó a su sobrina, Isabel Llorach, una dama de la alta aristocracia barcelonesa y, bajo su propiedad, en ese gran y lujoso chalet se celebraron las mejores y más refinadas fiestas, conciertos y representaciones teatrales de la época.
En 1932 la Casa Llorach fue derrivada para construir un nuevo bloque de pisos de alto standing.
Patio, salones, comedor y escalinata de entrada de la Casa Llorach.
La otra gran pérdida fue la CASA TRINXET, un chalet construido en 1904-1905 por el mismo arquitecto Puig i Cadafalch, sito en la calle Còrsega nº 268, muy cerca de la esquina con la calle Balmes. Este chalet fue un encargo de Avelino Trinxet Casas, un importante empresario textil barcelonés, que la convirtió en su residencia hasta que falleció en 1917.
El edificio se caracterizaba por la fachada blanca, en cuya parte superior se extendían guirnaldas doradas en mosaico, los forjados de sus balcones y la puerta esculpida con elementos de flores y animales.
De la planta baja –la principal en la época- destacaba la estancia central del comedor adornada con la chimenea de alabastro de Josep Llimona y las pinturas murales del pintor Joaquín Mir Trinxet, sobrino del propietario.
Interior Casa Trinxet
En 1966 el Ayuntamiento, presidido por José Mª Porcioles, concedió la licencia autorizando el derribo del chalet, pese a la campaña para salvarlo llevada a cabo por diferentes periódicos y personalidades de la cultura y sociedad catalana.
1 comentario:
Isabel Llorach no era neboda de la vidua Llorach, era la seva filla.
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