
Dolors Bonella i Alcázar, nació en 1851, en Barcelona, y fue un personaje pintoresco de la Barcelona de aquel siglo y de la mitad del siguiente. Dicen que era vecina de la desaparecida calle de la Cadena (la actual Rambla del Raval), llevaba un vida humilde como sirvienta y costurera hasta que un mal día, su hija adolescente falleció atropellada y el dolor que sintió por la terrible pérdida le hizo perder la cabeza.

Según cuentan iba siempre cantando y bailando por las calles del barrio Chino y Las Ramblas, mientras sacudía de forma nerviosa y sin descanso su abanico.
Muchas veces pedía limosna, pero lo hacía con suma elegancia y delicadeza “Senyoret/a, vol que li canti una cançó o li reciti un verset?”, esa era su forma de pedir ayuda. Durante muchos años fue el constante foco de atención de chicos y grandes, en los años veinte se le dedicaron versos, canciones y hasta una comedia.
Finalmente, un día de septiembre de 1940, entró en la Casa de la Caridad para abandonar este mundo, dejando, eso sí, una marca imborrable en la memoria de quienes la conocieron y en la historia 'canallesca' de esta ciudad.
**************
Y EN ESTAS FECHAS,
Y EN ESTAS FECHAS,
1 comentario:
M'agrada la idea de recordar coses curioses sobre Barcelona i sempre està bé saber una mica més d'on venen les nostres frases fetes; encara que aquesta ja la coneixia.
Bon Nadal.
Publicar un comentario