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domingo, 5 de octubre de 2014

DOMINGOS Y FIESTAS DE GUARDAR

No sé si hoy lloverá un poco o diluviará, buena pinta no tiene; pero por mucha "negrura" que se nos venga encima, Barcelona nunca será lo negra y triste que fue en Febrero de 1939 cuando los golpistas la tomaron y la convirtieron en una ciudad gris, temerosa, oscura y provinciana. 

Con la entrada, por la Diagonal, de las tropas "libertadoras" dieron comienzo 40 años de libertad, paz y prosperidad que nos llevaron, hasta el momento, a los siguientes 39 años de inmaculada monarquía parlamentaria, de inenagable democracia participativa -una vez cada 4 años- y, por supuesto, a más libertad, paz y prosperidad; al menos hasta hace tres años, en que todo fue a "mucho más mejor". Y en ese magnífico estadío nos hallamos. ¿O no?...

Lo bueno del paso del tiempo es que algunas cosas cambian: ya no se va a misa todos los festivos y fiestas de guardar (¡que rancio suena!), las mujeres ya no usan mantillas y peinetas para ir a la catedral -bueno, algunas "peperonis" sí- y, por suerte, ya no se organizan misas multitudinarias. Bueno, esto tampoco es cierto; recordemos las "papadas" valencianas, madrileñas y barcelonesas... 
Y tras tan aparente cambio me veo obligada a hacerme dos preguntas en una: ¿Realmente han cambiado tanto las cosas en 80 años y, sobre todo, cómo sería España de no haber ganado los "libertadores"?...

Mientras me lo imagino, vale la pena recordar como empezó la tristeza catalana y española:

Febrero 1939 - El general Yagüe, acompañado por el coronel Barrón  y el teniente coronel Mariano Alonso, celebrando una misa de campaña en medio de la Plaza de Cataluña, a la que obligaron a asistir -dicen que a punta de pistola- a los "buenos" catalanes; ya fueran hombres, mujeres, ancianos o niños. Los "malos" ya ¡ban camino de las prisiones o de sitios peores.

1940 - Beatas señoronas barcelonesas cumpliendo con el ritual de ir -disfrazadas- a la Catedral para asistir a la santísima misa dominical.

1944 - El circo franquista en su máxima expresión.

1964 - De nuevo misa-celebración en la Plaça Catalunya.
¡Que obsesión!

¡Que triste y negra Barcelona, "podió"! Y, de paso, ¡que domingo tan feo hace!

1 comentario:

Maurici dijo...

Veig que estàs de conya.
És veritat, de tres anys cap aquí anem molt millor camí de la merda mès absoluta. Disitjo puguem fugir a temps, abans que ens arribi fins a les orelles.