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lunes, 2 de junio de 2014

LA CASA ARNÚS, "EL PINAR"

La Casa Arnús, o El Pinar, está situada muy cerca de la estación del funicular del Tibidabo, concretamente en la carretera de Les Aigües, a la falda del Tibidabo y fue construida, entre los años 1902-1904, por el arquitecto modernista Enric Sagnier i Villavecchia; seguramente el arquitecto más prolífico en obras modernistas de esta ciudad. 

En 1900, la construcción de esta mansión fue encargada a Enric Sagnier por el médico Manuel Arnús i Fortuny, sobrino de Evarist Arnús y Ferrer fundador de la Banca Arnús.

El Pinar o Casa Arnús es un deslumbrante palacio, o castillo, rodeado por un gran y cuidado jardín, o bosque ajardinado. Es una construcción  abundante de perfiles, con un ligero aire gótico y detalles de la arquitectura solariega catalana, que se yergue  sobre una estructura en forma de cruz con tejados de cerámica coloreada.


1910

Rincón interior de principios del siglo XX.

Pese a sus considerables dimensiones fue concebido como residencia unifamiliar rodeada de grandes bosques y jardines, todo ello delimitado por una valla de piedra y la bonita casa del guarda que da acceso a la finca.

Su aspecto de castillo está formado por un cuerpo central en forma de cruz del que parten cuatro alas cubiertas a dos aguas con techo de baldosas de cerámica roja. Dos torres, una cuadrada con tejado piramidal y otra octogonal rematada por una cubierta cónica, completan la edificación.
En su interior una amplia y noble escalinata de mármol, a la derecha de su también amplio vestíbulo, da paso a los pisos superiores.

Como otras muchas casas y mansiones de Barcelona, durante la Guerra Civil, en 1936, fue ocupada y destinada a acoger a los refugiados que huían de los fascistas. Tras la guerra quedó abandonada y sufrió gran degradación exterior como interior, hasta que los "religiosos" vencedores se la otorgaron a las Hijas de la Caridad de Sant Vicente de Paul.

Casa del guarda.

Vestíbulo y escalinata.

Comedor con los muebles originales restaurados.

En 1976, la Fundación Asepeyo se hizo con la propiedad y encargó su completa restauración al arquitecto Josep Mª Armengou i Vives, quien restituyó el antiguo explendor a la Casa Arnús. 
Actualmente sigue siendo la sede de la Fundación Asepeyo quien mantiene la finca en inmejorables condiciones. 
Este magnífico edificio está protegido como "Bien cultural local del municipio de Barcelona".

De izquierda a derecha: la Torre Foster-Collcerola, el Observatorio Fabra, la Casa Arnús y tras ella, el parque de Atracciones del Tibidabo.

6 comentarios:

Cristian Roldán dijo...

Este Castillo es imponente. Hace poco me mudé a Barcelona, y es uno de los edificios que más me impacto por su arquitectura y ubicación. Desde luego es uno de los mas espectaculares que eh visto. Gracias por el aporte y la información. ¿Saben si se puede visitar su interior?

Nacho Amor dijo...

Se olvida usted del Templo Expiatorio del Sagrado Corazon, Tibidabo, que por cierto es el que da nombre al parque y a la montaña. Antes se llamaba el " Puig de l'Àliga "

Anónimo dijo...

Uma das importantes "personagens" do último livro de Carlos Ruiz Zafón, O Labirinto dos Espíritos. Zafón é com certeza, o principal agente de turismo moderno de Barcelona.

= Una de las importantes "personajes" del último libro de Carlos Ruiz Zafón, El Laberinto de los Espíritus. Zafón es, sin duda, el principal agente de turismo moderno de Barcelona.

Adriano WR / Brasil

rollanfont dijo...

El Pinar, desde el año 1936 hasta 1959 aprox. fue hogar de acogida de niñas o huerfanas o que sus padres no las podian mantener. Gestionado por Auxilio Social, fundadora Mercedes Sanz Bahiller.

Unknown dijo...

Coincido con la reseña. Mi madre y su hermana mayor fueron internas de la institución. Sus vivencias fueron duras, complejas, como las de sus compañeras. Recuerdan con cariño las acciones altruistas del Dr Barraquer, que salvó a mi madre de la ceguera por Tracoma, o el Dr Talallero, que con su radiología diagnosticó y trató innumerables neumonías y tuberculosis. Profesionales altruistas dando lo mejor a aquellas pequeñas que sobreviví an en la casa de acogida con recursos muy austeros pese a la construcción. Sin calefacción los inviernos nevados eran implacables, las infecciones respiratorias atroces entre las menores.
Memoria histórica de ciudadanas de Barcelona, de héroes anónimos altruistas, de cuidadoras del régimen de la época, en resúmen, esos preciosos muros fueron albergue y testigos de la supervivencia de numerosas niñas sin padres o sin medios para sustentarse en familia.
Ánimo a los que vivieron esa época en cualquier ámbito contacten y podamos reconstruir su testimonio y vivencias como aprendizaje a las generaciones que les hemos seguido.

Unknown dijo...

mi madre estuvo interna en este colegio y nos gustaría poder visitarlo. se puede visitar?