Hacia mitad de los años 40, Néstor Luján, escribió un artículo titulado ‘Si no existiera el estraperlo’. En él se podía leer:
“En estas dos últimas semanas la Comisaría de Abastecimientos ha repartido lo siguiente: en la semana penúltima repartió un racionamiento compuesto de aceite refinado de ignoramos qué producto y desde entonces nuestra imaginación está intentando representarse cómo puede ser el aceite en bruto, a razón de un octavo de litro por persona, café a razón de cincuenta gramos y alubias, éstas de excelente calidad a razón de doscientos gramos.
La última semana nos vimos favorecidos por azúcar blanco, bacalao, pasta para sopa y manteca vegetal. Ahora bien, considerando los precios de la carne, de los huevos, de la leche y demás comestibles inasequibles a la mayoría de los bolsillos modestos, desearíamos que estos racionamientos fueran acompañados de un folletito explicativo de qué platos pueden cocinarse con bacalao, pasta de sopa y azúcar blanco que es lo que pueden comprar las clases humildes o bien que menús pueden construirse en una larga semana con aceite, café y alubias”.
Tras eso elogiaba el estraperlo porque no le quedaba otra.
1905 - Bacaladería en la calle Mallorca/Villarroel, cuando los fascistas/franquistas aún no habían sumido al país en el hambre y la misería, ni habían racionado hasta el bacalao.
Nota1: De nuevo, se "descuadró" el blog; es decir que solo puedo poner una foto; de ahí este post tan "rarito".
Nota2: Según mi madre, en la actualidad el mejor bacalao de la ciudad se sigue comprando en "La casa del bacallá" de la calle Comtal nº 8, que debe llevar abierta 40 años o más. Ya me documentaré y haré una entrada aparte. Lo merece.
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