Como ya sabeis, el 11 de septiembre de 1714, a las 5 de la mañana, Barcelona era atacada por las tropas franco-castellanas de Felipe V por el sector de la Ribera.
Después de la derrota de Barcelona, los vencedores obligaron a los propios barceloneses a demoler sus casas, nada más y nada menos que 3000 viviendas -para la época todo un record- para poder construir la ciudadela militar en su proximidad. Muchos barceloneses murieron defendiendo su ciudad y muchos de ellos fueron enterrados en el antiguo cementerio parroquial de Santa Maria del Mar, hoy conocido como Fossar de les Moreres. Como recuerdo de aquel hecho histórico, el Ayuntamiento instaló, hace unos años, un "pebetero" con una llama en recuerdo de los caídos durante el asedio.
Pues nada, dicho esto, echad todos estos conocimientos a la basura porque son una burda manipulación de la historia y lo que sucedió después del asedio se resume en una absoluta mentira. ¡Nunca se produjo el Sitio de Barcelona, nunca fue una de las últimas operaciones militares de la Guerra de Sucesión Española! Vamos, que del 25 de Julio de 1713 al 11 de Septiembre de 1714, al parecer, Barcelona estuvo de fiestas patronales o algo parecido, tiró abajo sus casas por efectos de la borrachera y perdió sus derechos por su malsano gusto victimista.
Más o menos eso es lo que opina la embajada española en Utrecht y su primera secretaria, quienes por órdenes de quien todos sabemos, obligaron a que el Instituto Cervantes cancelase, a última hora del pasado jueves, la presentación del libro "Victus - Barcelona 1714" de Albert Sánchez Piñol, una novela espléndida que relata esos hechos completamente falsos. Claro, ya lo dice en la portada, es una novela...
Otra demostración más de la intolerancia centralista, de la falta de libertad y democracia que luce, a todas horas, este gobierno de pensamiento único que ha hundido a España y a Catalunya y no sabe otra cosa que hacer más que recortar salarios, derechos y libertades al mejor estilo franquista. La única deferencia con sus abuelos es que "estos" no matan, esperan a que el pueblo se muera de hambre o se suicide.
Documento del primer inventor: Gabriel Brò, impresor de Girona.
(Archiu Municipal de Barcelona)
(Archiu Municipal de Barcelona)
"Barcelona estuvo de fiestas patronales o algo parecido, tiró abajo sus casas por efectos de la borrachera y perdió sus derechos por su malsano gusto victimista". ¡Seguro que así sucedió! Al menos para los PePenautas. Ja,ja,ja. Buen gang y buena crónica. Ahora entiendo por qué has abandonado el blog de política.
ResponderEliminarLo siento, me equivoqué de entrada. Borra el otro de la avenida Mistral. Gracias.
Y Franco un demócrata de toda la vida que salvó a España de las hordas judeo-masónicas-marxistas.
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