En 1886 se edificó en la cima del la montaña del Tibidabo -Sierra de Collcerola- la primera construcción estable, que consistía en una pequeña capilla dedicada al Sagrado Corazón.
Dos años más tarde y con motivo de la Exposición Universal, se abrió el último tramo de carretera hasta el Tibidabo, donde se alzó un pabellón de estilo árabe como alojamiento especial para la reina María Cristina durante su visita e inauguración de la exposición. (Foto de la derecha de 1888).
El impulso definitivo de la urbanización del Parque del Tibidabo llegó 10 años después, en 1899, promovido por Salvador Andreu i Grau -el de las famosas pastillas-, un intuitivo y emprendedor farmacéutico que deseaba acercar aquella montaña a los barceloneses, e hizo construir un tranvía, un funicular y un gran parque de atracciones.
El 20 de febrero de 1899 se constituía la Sociedad Anónima El Tibidabo, de la cual formaban parte personalidades de la época como los señores Ròmul Bosch i Alsina, Romà Macayà, Francesc Simón, Teodor Roviralta o el mismo Salvador Andreu. Los terrenos adquiridos iban desde el actual paseo de Sant Gervasi hasta la cima del Tibidabo.
1901 - El Tio-Vivo.
Las obras empezaron a mediados de 1900 y con ellas se inició la metamorfosis de la montaña que más adelante la consagraría como un verdadero polo de atracción turística.
El 29 de octubre de 1901 se inauguraban, en su parte baja, la avenida, el tranvía y el funicular (el primero de estas características en el Estado Español, obra del ingeniero Bonaventura Roig).
La respuesta de los barceloneses fue entusiasta, especialmente entre la burguesía catalana; quienes por primera vez podían acceder con comodidad y rapidez a la cima de la ciudad y disfrutar de una panorámica excepcional y casi desconocida.
Ese año también llegan los primeros entretenimientos, como las básculas automáticas, un sencillo tio-vivo y las máquinas de venta de postales.
1915 - Concurso de palomas mensajeras.
Durante sus primeros años los entretenimientos se fueron ampliando, llegaron los telescopios, los columpios, el tiro Flobert, juegos de bolos, los espejos, los autómatas y la estación de palomas mensajeras.
En cuanto a edificios, se abren el Gran Café Restaurante Tibidabo y el Hotel Restaurante Coll -actualmente La Masia-además de la gran sala de fiestas, donde se intenta abrir un pequeño casino, objetivo que, finalmente, no se consigue.
En 1910 se instala el Carrusel Eléctrico y en 1913 la empresa contrata a una tribu senegalesa, que exhibe sus costumbres, estilos de vida y habilidades.
En 1915 el Ferrocarril Aéreo da paso a la instalación de las futuras grandes atracciones.
En 1915 el Ferrocarril Aéreo da paso a la instalación de las futuras grandes atracciones.
En 1921 se emprende la construcción de una gran estructura metálica de 50 m de altura bautizada como la Atalaya y se inician los proyectos para duplicar la capacidad del funicular en vistas a la Exposición Internacional de 1929.
En 1924 se facilita la llegada de los clientes al nuevo Hotel Florida mediante un trenecillo que permitía dar un delicioso paseo por toda la cumbre de la montaña.
En 1928 se instala el primer avión, que será uno de los símbolos del parque. En ese momento el Tibidabo ya es muy conocido y la revista Barcelona-Atracción no duda en calificarlo de "octava maravilla".
El estallido de la Guerra Civil provoca la colectivización del parque que entra en fase de deterioro hasta 1948. Durante la siguiente década da comienzo su época dorada con la creación de numerosas atracciones como el Teleférico, las Ollas Volantes, el Tren Miniatura (réplica del primer ferrocarril Barcelona-Mataró), los coches eléctricos, la Casa de las Sorpresas y el Castillo Encantado.
Los numerosos intentos de contar con unas montañas rusas se harían realidad en 1961, y en las explanadas del parque aparecen nuevas atracciones como la Rueda Panorámica, los Autos de Choque, los Platillos de Combate, el Girasol, el Juego de Café, etc.
A partir de 1986 el parque se valla y se pasa a cobrar entrada, hasta entonces gratuita, a la espera de una gran reforma que llegará a partir de 1988 con la compra del parque por parte del empresario Javier de la Rosa, quien más adelante creará el holding Grand Tibidabo. Al año siguiente se emprende una reforma integral, con la eliminación de algunas atracciones y la incorporación de otras nuevas.
A pesar de todo, a finales de los noventa la empresa sufre una larga crisis, tanto de gestión como económica, que hace peligrar su existencia y provoca incluso el cierre del parque durante algunos períodos del año. La situación se va haciendo insostenible hasta producirse la quiebra de la sociedad en 1999, año en que paradójicamente se celebra el centenario de la fundación del parque.
1961 - La Montaña rusa.
En el año 2004, con la ayuda del Ayuntamiento, se mejora cualitativamente la accesibilidad con nuevos ascensores panorámicos y se abre la primera atracción de Caída Libre de Cataluña, a la cual seguirían otras atracciones como los Globos, el cine en 4D (llamado Dididado) o la reciente y espectacular Montaña Rusa, única en Europa. Asimismo, en el año 2007 se reforma el funicular y se recupera la zona superior del parque como zona de libre acceso, y se amplían sus límites hasta el Hotel La Florida.
Nota: Maurici, has vist per lo que ha servir la meva ficada de pota d'ahir? :-)
Ja veig, ja...
ResponderEliminarVaig trobar la mateixa informació qu'has trobat tu, però has estat més ràpida. De l'altra foto no me'n recordo, aquesta és que em va cridar molt l'atenció.
Salutacions,