La Barceloneta es un barrio marinero del distrito de Ciutat Vella de Barcelona construido durante el siglo XVIII y proyectado inicialmente por el ingeniero Próspero de Verboom, en 1719, a fin de dar cabida a los habitantes del barrio de La Ribera que habían perdido sus viviendas, mandadas demoler por Felipe V para construir la Ciudadela.
Hasta entonces La Barceloneta fue una zona prácticamente deshabitada. Por su cercanía al mar, los pescadores eran
los únicos establecidos en esta parte de la ciudad, aunque sus condiciones de vida
eran muy precarias.
El barrio de La Barceloneta debe su existencia a los terrenos que se ganaron al mar al absorber la Isla de Maians en 1753, fecha en la se empezaron a construir las primeras casas -recordemos que el proyecto tardó 34 años en llevarse a cabo- y
el barrio se llenó de más pescadores y de gente relacionada con la actividad
portuaria de la zona. Entonces nació de verdad La Barceloneta.
El barrio tiene forma triangular debida a la absorción de la isla y la estructura urbanística es un buen ejemplo del tipo de urbanismo del período de la Ilustración, con calles de trazado rectilíneo e islas de casas regulares. La tipología de vivienda en origen era el de viviendas unifamiliares de planta y piso con acceso a dos calles para que tuviesen una ventilación óptima. Eso, con los años, la llegada de más población y de la especulación cambió totalmente
Pese a eso, actualmente, el barrio sigue teniendo ese aire de
pueblo ajeno a la ciudad que siempre le ha caracterizado.
1897
1889
1901
1903
1904
Desde 1990, con las nuevas playas y estructuras, el ambiente ha
cambiado mucho, sobre todo, en verano. Su playa es una de las más concurridas de la
ciudad tanto de día como de noche, cuando abren los chiringuitos y bares
musicales instalados en la misma arena donde se puede ir a cenar o a tomar una
copa hasta altas horas de la madrugada.
Pero junto a esta cara moderna y bulliciosa, La Barceloneta sigue oliendo a sal y a ambiente marinero. Para mí, y para muchos, es todo un lujo el poder conservar un barrio de este tipo en una ciudad como es Barcelona. Y es que resulta algo extraño y entrañable que, junto a calles estrechas, húmedas y ennegrecidas por el salitre, convivan algunos de los mejores restaurantes de la ciudad.
Pero junto a esta cara moderna y bulliciosa, La Barceloneta sigue oliendo a sal y a ambiente marinero. Para mí, y para muchos, es todo un lujo el poder conservar un barrio de este tipo en una ciudad como es Barcelona. Y es que resulta algo extraño y entrañable que, junto a calles estrechas, húmedas y ennegrecidas por el salitre, convivan algunos de los mejores restaurantes de la ciudad.
Como este enclave de la cuidad va a dar para bastantes post, en ellos intentaré reflejar los múltiples colores, sabores y rincones que posee este barrio, aunque nunca llegarán a ser lo suficientes. La Barceloneta hay que pisarla, hay que olerla, hay que vivirla... para conocerla un poco mejor.
Ho sento la Barceloneta ja no és el que era, l'han amillorat i modernitzat però ha perdut tot el seu color, aroma i personalitat.
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